I. EL ENTIERRO DE LOS
MUERTOS
[Cita, en latín y
griego]
Para Ezra Pound
il miglior fabbro
Abril, el más
cruel entre los meses,
Hace que nazcan lilas en la tierra muerta,
Mezcla recuerdos y deseos, sacude
Raíces perezosas con lluvias vemales.
El invierno nos puso los abrigos, cubriendo
La tierra de olvidada nieve, alimentando
Una mezquina vida con inertes tubérculos.
Nos sorprendió el verano, soltándose sobre el
Stambergersee
Con un chubasco; hicimos alto en la columnata
Y cruzamos después el Hofgarten, bañados por el
sol.
Y tomamos café y platicamos una hora.
Bin gar keine Russin, stamm’ aus Litauen, echt
deutsch.
Y de niños, de paso por la casa de mi primo el
archiduque,
Él me sacó en trineo.
Yo tenía miedo. Me dijo: Marie,
Marie, cógete bien. Y nos deslizamos cuesta abajo.
En las montañas, allá sí que nos sentimos libres.
Leo casi la noche entera y en el invierno parto
hacia el sur.
¿Cuáles son las raíces que prenden, qué ramas
Brotan de este cascajo? Hijo de hombre,
Tú no puedes decirlo, ni imaginarlo, pues sólo
conoces
Un cúmulo de imágenes donde reverbera el sol.
El árbol seco no cobija, el grillo canta monocorde,
La estéril piedra no mana agua. Sólo
Hay sombra bajo esta roca roja.
(Ven a la sombra de esta roca roja),
Voy a enseñarte algo diferente
De tu sombra que marcha a largos pasos contigo en la
mañana,
0 de tu sombra, irguiéndose al ocaso para ir a tu
encuentro;
Voy a enseñarte lo que es el miedo en un puñado de
polvo.
Frisch weht der Wind
Der Heimat zu
Mein lrisch Kind,
Wo weilest du?
jacintos hace un año;
“Me llamaban la niña de los jacintos.”
-Pero cuando volvimos, ya tarde, del jardín de los
jacintos,
Tus brazos tan cargados, tu cabello tan húmedo, no
pude
Hablar, y se apagaron mis ojos, no estaba
Vivo ni muerto, no sabía nada
Mientras veía el corazón de la luz, el silencio.
Oed’ und leer das Meer.